Hermenegildo Alvariño se puede decir que
es la primera víctima mortal de lo que venimos a llamar la izquierda
abertzale. A este hombre, le delata su nombre. Era uno de tant@s
galeg@s, que por la razones que sean, se han desplazado a vivir a Euskal
Herria.
Vivió y militó en Barakaldo. Barakaldo
es un pueblo de Ezkerraldea, en el cual hay una amplísima comunidad
gallega, que en su inmensa mayoría vinieron aquí, en búsqueda de un
trabajo y un futuro, que no encontraban en sus tierras. La morriña es
algo que a veces se palpita en este pueblo cuando paseas y escuchas
hablar en el idioma de Castelao, o cuando sales a tomar unos tragos y
ves tantos y tantos locales de hostelería con nombres en gallego y que
ofrecen pulpo y riveiro. Es imposible entender la historia de Barakaldo
sin la presencia masiva de gentes venidas de Galiza. Tod@s los
barakaldotarrak tenemos un vecin@ galeg@ o hemos trabajado con alguno de
ell@s.
Tod@s hemos bromeado más de una vez, con los resultados
deportivos del Celta de Vigo o el Depor de Corunha.
Algun@s de esos galeg@s, no sólo han
trabajado y sudado en Euskal Herria, muchos de ell@s tomaron la decisión
de militar en pos de la liberación nacional y social vasca. Galegos,
castellanos, andaluces pueblan los organismos de la Izquierda abertzale y
quizás el ejemplo mas gráfico pueda ser Txiki, fusilado el 27 de
setiembre de 1975 por el criminal Franco y que era vasco por trabajo y
militancia y porque se sentía de esa manera, pero extremeño de
nacimiento. Hermenegildo era uno de esos militantes vascos, que no era
nacido en Euskal Herria.
En 1933, concretamente un 19 de
noviembre, caía asesinado en pleno centro de Barakaldo a manos de
pistoleros del PSOE. Tal y como suena y como esta escrito en negro sobre
blanco este inmigrante gallego, militaba en ANV y por su militancia
abertzale y revolucionaria, miembros del PSOE le esperaron en una
esquina y lo asesinaron. En aquellos años 30 no existía aún la
organización armada ETA, pero parece ser que la represión española y el
GAL ya asesianaban por nuestras calles.
Posteriormente en Pasaia, trabajador@s
galeg@s y vasc@s, hicieron frente al fascismo español, en los años de la
guerra. Todo un ejemplo de internacionalismo y de confraternidad entre
dos pueblos trabajadores, el vasco y el galego.
Hemos escuchado a lo largo de estos años
muchas sandeces. Xabier Arzallus, ese jesuita que dirigió muchos años
el PNV nos habló del RH negativo y negaba la vasquidad con ello a
personas como Hermenegildo y Txiki. Curiosamente lo decía en los años en
que un arratiano de pro, como dios manda, de amatxo Begotxu
y todo ese entramado dirigia interior del gobierno vasco y desde ese
puesto dirigía una policia que mato vasc@s y entrego a otros muchos a la
tortura y a la Audiencia nacional. Obviamente me refiero a Atutxa.
El criterio no es de donde viene ni que
sangre corre por tus venas. El único criterio válido es donde trabajas y
que proyecto de vida tienes para ti y para la tierra en donde estas.
Eso es muy complicado de entender para los derechistas del PNV, pero
fácil de asimilar para gentes como Hermenegildo. Este hombre junto con
otras mujeres y hombres, forman lo que llamamos el pueblo trabajador
vasco, gente que suda aquí y gente que anhela una Euskal Herria libre y
socialista.
Otras sandeces, nos hablan de víctimas,
pero víctimas entre las cuales no incluyen a este gallego. Victima era,
parece ser Melitón Manzanas, reconocido torturador. Victima parece ser
Carrero Blanco fascista y asesino. Pero hombres y mujeres como
Hermengildo no tiene el “honor” de llamarle victima. Tampoco Txiki, pese
a que lucho contra una dictadura criminal y murió fusilado.
Cuando uno oye este tipo de sandeces no
puede evitar recordar a gentes como Hermenegildo, O como Santi Brouard o
Josu Muguruza. Víctimas de un fascismo español que se renueva pero que
no cambia de objetivos. Acabar con Euskal Herria y su proyecto nacional y
socialista. No lo lograran. Al tiempo.
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